Los implantes dentales han revolucionado la odontología moderna, ofreciendo una solución duradera y estética para sustituir dientes perdidos. Sin embargo, aunque son altamente exitosos, no están exentos de riesgos. Uno de los problemas más serios que pueden afectar su estabilidad es la periimplantitis, una enfermedad inflamatoria que compromete los tejidos que rodean el implante. En Paterna, cada vez más pacientes buscan información sobre esta afección que, si no se trata a tiempo, puede poner en peligro la salud bucal y la inversión realizada en el tratamiento. En este artículo, descubrirás todo sobre la periimplantitis: sus causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos más efectivos.
¿Qué es la periimplantitis?
La periimplantitis es una inflamación progresiva de los tejidos que rodean un implante dental, afectando tanto la encía como el hueso que lo sostiene. Se asemeja a la periodontitis, pero en lugar de afectar a un diente natural, compromete un implante. Esta enfermedad provoca la pérdida de hueso de soporte y, si no se controla, puede derivar en el fracaso del implante.
Diferencias entre mucositis periimplantaria y periimplantitis
- Mucositis periimplantaria: Es la fase inicial de la inflamación, limitada a los tejidos blandos (encías). Es reversible con tratamiento adecuado.
- Periimplantitis: En esta etapa la inflamación avanza al hueso de soporte, provocando su pérdida progresiva. Es más difícil de tratar y requiere intervención especializada.
¿Por qué se produce la periimplantitis?
Las causas de la periimplantitis son multifactoriales. Aunque puede aparecer en cualquier paciente con implantes, hay factores específicos que aumentan el riesgo de desarrollarla:
Causas más comunes
1. Acumulación de placa bacteriana
La higiene bucal deficiente es la principal causa de la periimplantitis. La placa bacteriana se adhiere al implante y, con el tiempo, se endurece formando sarro, lo que genera inflamación y pérdida ósea.
2. Enfermedades periodontales previas
Pacientes que han sufrido periodontitis antes de recibir un implante tienen mayor riesgo de desarrollar periimplantitis, ya que las bacterias que causan ambas enfermedades son similares.
3. Tabaquismo
Fumar reduce la irrigación sanguínea de las encías y disminuye la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que dificulta la cicatrización y favorece la inflamación alrededor del implante.
4. Sobrecarga oclusal
Cuando un implante soporta una fuerza excesiva al masticar, puede provocar microfracturas óseas e inflamación de los tejidos circundantes.
5. Diseño o colocación incorrecta del implante
Un implante mal posicionado o una prótesis mal ajustada pueden dificultar la limpieza y favorecer la acumulación de bacterias.
¿Cómo saber si tienes periimplantitis?
La periimplantitis suele comenzar de forma silenciosa, sin dolor evidente, lo que retrasa su detección. Sin embargo, hay signos claros que pueden alertarte antes de que el daño sea irreversible:
Signos y síntomas
- Encías inflamadas o enrojecidas alrededor del implante.
- Sangrado o supuración al cepillarse o aplicar presión.
- Mal aliento persistente.
- Dolor o molestia al masticar.
- Exposición del tornillo del implante.
- Movilidad del implante en etapas avanzadas.
Diagnóstico de la periimplantitis
Detectar la periimplantitis a tiempo es clave para evitar la pérdida del implante. En Paterna, los dentistas especializados utilizan distintas herramientas diagnósticas para evaluar la salud de los tejidos periimplantarios.
Procedimientos de diagnóstico
- Examen clínico: Permite observar el estado de las encías, sangrado y posibles bolsas alrededor del implante.
- Medición de profundidad de sondaje: Se mide la profundidad de las bolsas periimplantarias; valores superiores a 4 mm pueden indicar inflamación.
- Radiografías: Se utilizan para evaluar la pérdida ósea alrededor del implante.
- Pruebas microbiológicas: Identifican las bacterias presentes para diseñar un tratamiento personalizado.
Tratamientos para la periimplantitis
El tratamiento de la periimplantitis busca detener la infección, regenerar los tejidos afectados y conservar el implante. La elección del procedimiento depende del nivel de afectación y la rapidez con la que se actúe.
1. Limpieza mecánica y descontaminación
En casos leves, se realiza una limpieza profunda alrededor del implante para eliminar la placa y el sarro. Se pueden utilizar instrumentos especiales, ultrasonidos o láseres para descontaminar la superficie del implante.
2. Terapia antibiótica
Los antibióticos pueden administrarse de forma local o sistémica para controlar la infección bacteriana. Su uso se combina con el raspado y alisado de la superficie implantaria.
3. Cirugía regenerativa
Cuando hay pérdida ósea significativa, se realiza una cirugía para regenerar el hueso con injertos óseos y membranas biocompatibles, favoreciendo la reintegración del implante.
4. Reposición de la prótesis
Si la prótesis dental está mal ajustada o ejerce una presión inadecuada, se sustituye o reajusta para evitar una nueva sobrecarga en el implante.
Prevención de la periimplantitis
La prevención es la mejor herramienta contra la periimplantitis. Un mantenimiento adecuado tras la colocación del implante es esencial para su éxito a largo plazo.
Medidas preventivas clave
- Higiene bucal rigurosa: Cepíllate al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y usa cepillos interdentales o irrigadores.
- Visitas periódicas al dentista: Los controles profesionales permiten detectar signos tempranos de inflamación o pérdida ósea.
- Evita el tabaco: Dejar de fumar mejora la cicatrización y reduce significativamente el riesgo de periimplantitis.
- Control de enfermedades sistémicas: Mantener condiciones como la diabetes bajo control ayuda a preservar la salud de los implantes.
- Uso de férulas oclusales: En casos de bruxismo, las férulas nocturnas previenen la sobrecarga mecánica del implante.
Importancia del mantenimiento postimplantológico
Una vez finalizado el tratamiento con implantes, es fundamental asistir a revisiones periódicas en tu clínica dental en Paterna. El seguimiento profesional no solo garantiza la longevidad del implante, sino que permite prevenir y tratar precozmente cualquier signo de periimplantitis antes de que comprometa tu sonrisa.